- Dr. Juan E. Hernández Cruz
- Sociólogo y profesor universitario
- Especial para Claridad-En Rojo
La reseña de un libro de historia general es un evento poco común, pero una historia general de Puerto Rico, escrita entre dos autores es un evento rarísimo. Ése es el motivo de esta reseña, pues el libro Puerto Rico: su transformación en el tiempo (Editorial Cordillera, 2007) fue escrito por los historiadores Mario R. Cancel y Héctor R. Feliciano Ramos. A Mario R. Cancel, profesor del Recinto Universitario de Mayagüez, se deben los capítulos que cubren el aspecto cultural y los del siglo XIX. Héctor R. Feliciano Ramos, profesor de la Universidad Interamericana en San Germán, se concentra más en el siglo XVI al XVIII y los que tienen que ver con el desarrollo del Estado Libre Asociado. Los capítulos que tratan sobre el desarrollo económico y las manifestaciones culturales a partir de 1952, al igual que el suplemento que trata sobre la política de estatus desde el independentismo, fueron escritos en conjunto.
Libro éste que fue concebido para estudiantes de escuela superior y público en general, pero que se adapta con facilidad para el curso “Proceso histórico de Puerto Rico” que es parte del Programa de Educación General de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Fundamentalmente, por su enfoque didáctico, con gráficas, recuadros y fotos, que llaman la atención del estudiante y hacen el proceso enseñanza-aprendizaje más fácil y ameno. Si a ello le añadimos la inclusión de una conexión cibernética y un disco compacto, con infinidad de lecturas y documentos, muy raros algunos de ellos, el texto cobra un valor añadido. Cuenta además con una extensa bibliografía nacional y sobre todo regional, de lo cual adolecen muchas historias generales, además contiene tres índices: temático, de nombres y de lugares.
El enfoque del libro, partiendo de una interpretación socio-cultural, lo hace más comprensible y singular, pues en realidad la estructura material o física de un país está íntimamente relacionada con la estructura socio-cultural y en este texto se ven acertadamente en una continua interrelación. Se señalan, además, la diferenciación racial, social y cultural de Puerto Rico y las contribuciones de cada sector, en armonía o en conflicto, induciendo al análisis y al razonamiento como forma didáctica de aprendizaje.
Una ojeada panorámica de nuestros libros de historia general de nivel universitario y de escuela superior, nos permite aquilatar mejor la importancia del libro que reseñamos. Comenzaremos con la Historia de Puerto Rico de Salvador Brau publicada en 1906 y que fuera utilizada a nivel universitario. Nuestra primera historia general, que a decir de Isabel Gutiérrez del Arroyo, parte del enfoque o escuela histórica “que opone el carácter científico evidente en su fin-conocer la verdad… y el rigor metódico manifiesto en la práctica consistente de la fundación testimonial”. Esta historia todavía sigue siendo consultada, evidenciando su valía.
En 1922 se publica una segunda historia general, esta vez escrita por un estadounidense y que sirvió de texto en Escuela Superior por 28 años, hasta 1950. Me refiero a la Historia de Puerto Rico de Paul G. Miller. Obra, que a decir de nuestro Historiador Oficial, Dr. Luis González Vales, “sucita opiniones contrastantes” añadiendo que “para Rivera y Morales Carrión el libro de Miller reúne condiciones pedagógicas… mas para muchos puertorriqueños resultaba de mal gusto recurrir a una obra que estiman de enfoque imperialista”. Mientras que María de los Ángeles Castro, la cataloga de “Historia Oficial”.
Al ser eliminada la obra de Miller del Departamento de Instrucción Pública en 1950, el vacío dejado trata de ser llenado con monografías, folletos y libros preparados por un grupo de intelectuales afines a la ideología estadolibrista, entre los que se destacaban Arturo Morales Carrión, Eugenio Fernández Méndez y Aida Caro Costas. Paralelo a esos esfuerzos se produce otra historia general de nivel secundario, la de José Luis Vivas, la cual tiene el mérito de abarcar desde los orígenes hasta el 1962, año en que es publicada. El mismo autor consigna en el proemio del libro su intención: “El Estado Libre Asociado atraviesa en el momento por una rara situación: no hay texto oficial de historia de Puerto Rico en las escuelas… ante esa situación surgió la idea de presentar a los estudiantes un libro en que viesen el devenir histórico de nuestro país en forma continua, sencilla y clara”. Otras dos historias generales publicadas en la década de 1970 fueron las de Morales Carrión y la de Loida Figueroa Ambas con la evidente limitación de cubrir solamente hasta el siglo XVIII. La historia de Loida Figueroa que se utilizó en el entonces Recinto Universitario de Mayagüez se tradujo al inglés y fue texto en universidades en Estados Unidos.
En marzo de 1986 aparece la obra Historia General de Puerto Rico (Huracán) publicada por Fernando Picó, con una edición revisada y aumentada cinco meses más tarde, evidenciando el éxito que ha tenido, que no obstante su brevedad es utilizada como texto universitario. El éxito parece ser en su enfoque, que pone énfasis en los procesos sociales y económicos. En ese sentido abona a una nueva corriente en nuestra historiografía y marca un hito en el enfoque. La historia de Francisco Serrano, puertorriqueño residente en Wisconsin, constituye otra importante aportación a las historias generales. Puerto Rico: cinco siglos de historia (McGraw Hill). Publicada inicialmente en 1993 con una segunda edición en el 2000, está bien escrita y se concibió para el nivel universitario, con una evidente dificultad en su manejo: 26 capítulos, contenidos en 1038 páginas. Existen otras historias generales, la de Manuel Maldonado Denis (1969), la de Juan Ángel Silén (1980), la de Blanca Silvestrini y María Dolores Luque (1987) y la de Luis M. Díaz Soler (1994), entre otras, sin embargo, independiente de sus méritos, no han tenido la difusión de las antes mencionadas.
Dentro de este panorama es que se puede ubicar la Historia general de Cancel y Feliciano, que se destaca por su enfoque sociocultural, independentista y regional. Sin embargo, el mayor acierto de esta Historia está en el suplemento antes mencionado. “La política de estatus desde el independentismo que constituye un análisis brillante de un tema escabrozo, pero que nuestros autores cubren con un conocimiento profundo de nuestra realidad socio-política y que –no me cabe duda– guiara a futuras generaciones al entendimiento de nuestro difícil dilema colonial. Y no es que se haya escrito desde el proselitismo; todo lo contrario, está escrito con tal respeto a la realidad de los hechos, con tanta información y con tanta claridad, que debe servir de manera emblemática, por la moral que encierra, a la nueva historiografía.
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