Puerto Rico: su transformación en el tiempo

Historia y sociedad

  • Lo nuevo

  • Posts Más Vistos

  • Categorías

  • Historias y palabras

  • Visitantes

    • 1.021.342 hits
  • Archivos

  • Taller de trabajo

  • Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este blog, y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

    Únete a otros 5.302 suscriptores

Posts Tagged ‘Historia’

La esclavitud y la trata negrera: aspectos generales

Posted by Mario R. Cancel-Sepúlveda en 11 octubre 2009


  • Mario R. Cancel
  • Historiador y escritor

La esclavitud es el sometimiento de un ser humano a la voluntad de otro para fines laborales o de otro tipo. La esclavitud, tal y como se conoció en el mundo caribeño y americano, no reconocía la condición humana del esclavo. Visto desde un punto de vista amplio, la esclavitud deshumanizaba y cosifica al esclavo, en la medida en que lo trataba como una mercancía que en el mercado denominaban con el concepto pieza.

A lo largo de los siglos tanto el derecho civil,  el mercantil y el eclesiástico, legitimaron la institución. En la práctica, al igual que cualquier otra propiedad, el esclavo podía ser transferido o cambiado en el mercado, el producto de su reproducción era propiedad del amo o dueño, y el esclavo podía servir de garantía para obtener adelantos de dinero para la reinversión, es decir, podía ser hipotecado o empeñado.

Esclavitud_Uruguay

El esclavo fue utilizado en lo fundamental para fines laborales. El sistema mercantilista reconocía su capacidad productiva y su habilidad para aprender una diversidad de destrezas, incluso especializadas, como era el caso de la labor de químico o maestro azucarero de los ingenios y fábricas de azúcar. El trabajo esclavo era compensado con el sustento y, en la medida en que el sistema se desarrolló, con un jornal reducido en especia o en metálico.

La imagen que el amo desarrollaba de sí mismo ante el esclavo era la de una figura paternal que actuaba con los mismas facultades de un pater que, desde su superioridad, premiaba y castigaba acorde con las circunstancias. Su responsabilidad, bien cumplida o no, de sostener, alimentar, educar y cristianizar al esclavo, afirmaban esa posición de control que caracterizó a los esclavistas durante siglos. Las armas con las que contaba el amo para ejecutar el castigo y el correctivo eran muchas. El castigo físico fue solamente una manifestación de aquel poder que reproducía el autoritarismo del Estado y de la relación con Dios, en el marco del mundo laboral. El Estado y la Iglesia convirtieron esa praxis en códigos precisos que legitimaban aquella relación desigual.

El problema histórico de la esclavitud

Antiguamente se advenía a la condición esclava por diversas razones. Como producto de un acto de bélico o como consecuencia de una guerra de despojo. A veces incluso con el fin específico de cobrar deudas no pagadas. También se esclavizaba por motivaciones religiosas, como era el caso del Catolicismo que la justificó como un correctivo moral en aras de la salvación del alma. O por motivaciones culturales que, de un modo u otro, se imbricaban y legitimaban con argumentos raciales. La diferencia, la incapacidad de apropiar al otro desde una perspectiva plural, ha sido el caldo de cultivo de la esclavitud.

Las premisas básicas de la esclavitud son difíciles de comprender desde el presente.  En primer lugar, el esclavista, al margen de su fe o de sus concepciones de derecho, acepta que los seres humanos no son iguales ni en Estado Natural, ni ante Dios ni ante la Ley. Por eso se  le hizo tan cuesta arriba a la Iglesia Católica condenar formalmente la institución. Por eso incluso potencias caracterizadas por su liberalismo y democracia como Estados Unidos, sostuvieron la legitimidad el esclavismo hasta el siglo 19.

En segundo lugar, el esclavista presume que los seres humanos pueden ser igualados simbólicamente por medios rituales. Un medio válido de igualarlos era integrándolos al Pueblo de Dios o la Cristiandad mediante la conversión a la fe verdadera. Como se habrá visto, en las situaciones aludidas, ni la raza ni la cultura resultaban esenciales para la esclavitud. El  papel de la raza y la cultura como signo de esclavitud solo se fueron afirmando después de 1400.

EsclavosLos conflictos del siglo 15 pusieron en contacto pueblos etno-culturalmente distintos y desiguales. Los cristianos y los musulmanes, dos comunidades monoteístas radicales, tuvieron en el Norte de África un teatro principal de confrontación. Desde al África Mediterránea, los contactos con el África Negra se afianzaron. Los cristianos y los musulmanes vieron en el africano negro un ser susceptible de ser esclavizado. En cierto modo, su esclavización se reconfiguró como un deber moral que no se podía eludir en nombre de una presumida fe verdadera.

Al momento de las exploraciones iniciadas en 1492, la esclavitud del africano se había generalizado y con ello se echaron las bases de la idea de la esclavitud negra característica de los siglos 16 al 19 en América y El Caribe. No creo que sea exagerado indicar que el esclavismo musulmán y cristiano manifiesto en la experiencia portuguesa e inglesa, racializaron la esclavitud de manera radical. Los viajes de exploración y colonización, facilitaron la llegada de negros al Nuevo Mundo en la medida en que crearon un mercado laboral hambriento de brazos durante los siglos 16 y 17 especialmente en las colonias en que el Indio comenzó a escasear.

Los negros esclavos en América

Tan temprano como en el 1502, se autorizó la introducción de esclavos negros a La Española. Todo parece indicar que  la Corona desconfiaba de la institución, dado que  elaboró un estricto sistema de permisos que aspiraba a documentar la entrada de todo esclavo con el fin de controlarlos mejor. La pasión por la pureza racial propia de los hispano-europeos, debió ser un factor crucial en el diseño de aquella política.

Los primeros esclavos negros eran definidos en el mercado de acuerdo con el nivel de su relación con el mundo que los esclavizaba. Se trata de una clasificación etnocentrista simple que distinguía entre los aculturados y cristianizados –llamados ladinos o latinos-; y los  sin aculturar ni cristianizar provenientes directamente de África –conocidos como bozales-. En términos culturales, el ladino hablaba castellano y el bozal no. En términos semánticos, el concepto ladino sugería  un carácter astuto y pendenciero, y el bozal sugería la figura del tonto y el discapacitado. En la época aludida, un bozal se transformaba en ladino al cabo de más o menos un año de relaciones con los cristianos. Aprender la lengua, facilitaba el proceso de esclavización. El carácter despreciativo de los apelativos aplicados a los esclavos negros, reflejaba el carácter asimétrico de la relación entre las razas.

Para la cultura mercantil esclavista de la época, el ladino era una pieza entrenada y educada que se suponía más pasiva. El bozal, por el contrario representaba un costo extra dado que debía ser sometido y educado in situ. La idea de que los bozales eran rebeldes potenciales fue común. Pero las quejas documentadas de la época apuntaban que tanto los  ladinos como los  bozales se resistían al trabajo. El entrenamiento y la educación no hacían mucha diferencia. La necesidad de que los negros esclavos fuesen sumisos fue una utopía común durante 400 años.

En los primeros años del Imperio de Castilla, el esclavo era traficado por medio de suplidores portugueses. En 1518 Carlos I, autorizó la introducción en masa a las Antillas a razón de 4,000 al año y la institución se generalizó. La afirmación del poder hispano en tierras continentales –México- fue crucial en la decisión. Entre los años  1518 y 1886, más o menos 15 y 20 millones de negros fueron depositados en América en condición de esclavos. El porcentaje de muertos en los procesos de captura, en  la travesía y en los barracones era muy alto. Algunos especialistas sugieren que ello representó por lo menos 100 millones de negros africanos desarraigados por el mercado.

La esclavitud negra fue una de las bases de acumulación más importante en el camino hacia el capitalismo moderno. Del mismo modo, la pobreza endémica del África Negra se comprende mejor cuando se conoce este dato. Si los reinos africanos hubiesen estado en la posición de esclavizar a los blancos, la historia hubiese sido otra.

Posted in Afrocaribeños, Colonialismo, Descubrimientos y exploraciones, Educación en historia, Esclavitud negra, Mercantilismo, Puerto Rico en el siglo 16, Tráfico negrero | Etiquetado: , , , , , , , , , | Comentarios desactivados en La esclavitud y la trata negrera: aspectos generales

Culturas agro-alfareras o arahuacas

Posted by Mario R. Cancel-Sepúlveda en 27 septiembre 2008


  • Mario R. Cancel Sepúlveda
  • Catedrático de Historia y escritor

Se denomina de este modo a aquellas comunidades naturales que dominan la agricultura y la alfarería o la cerámica. Por ello se les considera sociedades más complejas que las denominadas arcaicas. La organización de su vida social giraba alrededor de la distribución de tareas agrarias, por ejemplo, la preparación de terreno, la siembra y la cosecha. Estas comunidades dominaban numerosos elementos de climatología. Reconocían las temporadas de lluvia y las de sequía, y desarrollaron conocimientos de astrología pues reconocían los ciclos lunares y solares.

Colgante Saladoide

Su agricultura se centraba en el tubérculo de la yuca a partir del cual producían pan, almidón y veneno. Pero también manejaronn el grano de maíz el cual utilizaban para elaborar harinas y licor. Todo parece indicar que frutos como la yautía, también eran cultivados y consumidos por estos grupos. La agricultura se combinaba con la recolección de frutas tropicales como la amona, la guanábana, el guamá, entre otras. No se puede asegurar que los cultivaran para ese fin.

La vida  se desarrollaba en aldeas medianas y grandes en las cuales dominaban las casas de paja y madera. Algunas eran de base circular, otras de base rectangular. El tipo de bohíos marcaba ciertas distinciones sociales. Se suponía que el amplio caney, de base rectangular y con ventanas, era vivienda de caciques, nitainos o jefes. Las hileras de bohíos estaban separadas por caminos de tierra apisonada. Pero el centro de la comunidad siempre era la zona de cultivo de la yuca que los hispano-europeos denominaron con el nombre de conuco.

La agricultura y la recolección eran combinadas con la cacería y la pesca en agua dulce y salada. Los consumos accesibles eran la jutía, los mamíferos marinos y los careyes. Los mariscos y los peces de agua dulce, el consumo de pájaros e insectos en los bosques, también debió ser común.

La alfarería o la cerámica de una sociedad agraria era rica y variadas. Lo mismo se elaboraban vajillas rústicas para uso doméstico, o vajillas rituales para uso religioso. El alfarero debió ser una figura respetada en la comunidad acorde con sus destrezas. La cerámica variaba de acuerdo con su calidad -su dureza, el color-; y por su diseño u ornato -rostros de animales o de personas, caras que ríen o lloran-.

Las comunidades agro-alfareras desarrollaron una religión naturalista compleja. La misma interpretaba la naturaleza como un drama de númenes o espíritus denominados cemíes, los cuales eran personificados. Esos dioses podían ser “propiciados” mediante peticiones, rituales complejos y ofrendas. Practicaban una funeraria muy cuidadosa. Los entierros se ejecutaban lo mismo en cavernas o en descampado. Los cadáveres eran vestidos y maquillados para la muerte, colocados en cuclillas bien atados y parcialmente cubiertos. El cadáver era inhumado con alimentos para la otra vida. Una vez descompuestos, una parte de sus huesos eran recuperados y devueltos a la comunidad donde y colocados en urnas o canastas con el fin de usarlos para fines rituales y mágicos. Estos envases se conservaban en los bohíos caseros, como un recuerdo o un amuleto.

Las comunidades agro-alfareras están asociados a la familia suramericana Arahuaca, la cual se expandió por las Antillas desde el 500 AC hasta el 1,200 DC. Se han definido dos fases culturales tempranas. La Saladoide cuyos restos arqueológicos más relevantes están en La Hueca, Vieques (170-200 A.C.); en Punta Candelero, Humacao (100 A.C.); y la Ostionoide por su modelo en Punta Ostiones, Cabo Rojo, Santa Elena, Toa Baja y Esperanza, Vieques  cuya cronología se extiende del 700-1200 DC. Los Saladoides se distinguen por su cerámica dura, ornamentada y con diseños de colores. Los Ostionoide muestran un empobrecimiento de la cerámica, pero compensan esa deficiencia con un notable dominio de la piedra y de la agricultura. Por sus similitudes con los Taínos, han sido denominados Pre-Taínos. La hipótesis más aceptada a fin de explicar ese rasgo es que los Ostionoides fueron el producto de la mezcla de Arcaicos y Saladoides. La importancia de ese argumento es que los Ostionoides fueron los primeros Arahuacos Insulares maduros y a la vez testigos, con los Taínos, del Descubrimiento y la Conquista por parte de los hispano-europeos.

Posted in Educación en historia, Historia de Puerto Rico, Ostionoides, Pre-taínos, Puerto Rico en el siglo 16, Saladoides, Sociedades agro-alfareras, Sociedades amerindias | Etiquetado: , , , , , , , | 1 Comment »